Al exguerrrillero, mediador del conflicto en el país, se le acusa de delitos de secuestro y homicidio agravado
Carlos Velandia, exmiembro de la dirección del Ejército de Liberación Nacional(ELN), que actualmente se desempeñaba en tareas de mediación del conflicto colombiano y activista por la paz, fue detenido en la noche del lunes a su llegada al aeropuerto de El Dorado, de Bogotá, procedente de España. Oficiales de Migración Colombia le comunicaron que sobre él pesaba una orden de captura en su contra por los delitos de secuestro extorsivo y homicidio agravado.
Velandia, conocido con el alias de Felipe Torres durante su época de guerrillero, se incorporó a las filas del ELN en la década de los 70 y permaneció en la segunda guerrilla de Colombia hasta el año 2000, llegando a ser miembro de la dirección nacional. En 1994 fue detenido y pagó 10 años de cárcel. Desde la cárcel fue uno de los portavoces del ELN en las negociaciones que esta guerrilla avanzó con las Administraciones de Ernesto Samper y Andrés Pastrana. Cuando salió en libertad se exilió en España, donde permaneció siete años, principalmente en Barcelona hasta regresar a Colombia hace cuatro.
La detención de Velandia ha levantado una ola de críticas entre algunos movimientos y organizaciones que trabajan por la paz en Colombia. El analista político Luis Eduardo Celis criticaba, en una conversación con este diario, cómo era posible que la orden de captura, que según explicó es del 16 de abril, no se le había comunicado siendo un personaje público. De hecho, Velandia pudo salir de Colombia a principios de junio, rumbo a España, sin que ninguna autoridad migratoria se lo impidiese.
Pese a que siempre ha recalcado que ya no formaba parte del ELN, Velandia se ha mostrado activo a la hora de trabajar en favor del proceso de paz con esta guerrilla. Unas negociaciones que atraviesan por unos momentos muy delicados. Después de que ambas partes anunciasen que iniciarían conversaciones formales -en un principio en Ecuador-, estas no han terminado de darse, principalmente porque el ELN no renuncia al secuestro, como se comprobó en el caso de la periodista Salud Hernández-Mora y dos reporteros de RCN, ni a la liberación de las personas que tiene en su poder.
Uno de los negociadores del ELN, alias Pablo Beltrán, miembro del Comando Central (Coce), el órgano que rige las decisiones de la guerrilla, admitió en los últimos días las diferencias que hay entre el ELN y el Gobierno a la hora de tratar este asunto, ya que el Ejecutivo de Juan Manuel Santos considera inadmisible sentarse a negociar mientras el ELN siga secuestrando.
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