Argenis Martínez, un revolucionario en Venezuela y en Vietnam

> El participante en la Operación Van Troi como miembro de JCV, falleció el pasado 21 de febrero 

El pasado 21 de febrero falleció Carlos Argenis Martínez Villalta, uno de los participantes en la Operación Van Troi, que miembros de la Juventud Comunista (JCV) y de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN) ejecutaron el 9 de octubre de 1964, como parte de la lucha que grupos insurgentes venezolanos efectuaban contra el imperialismo estadounidense.

En aquella acción, fue secuestrado el teniente coronel estadounidense Michael Smolen, agregado aéreo de la Embajada de Estados Unidos en Venezuela y agente de inteligencia militar de la CIA.

Pedían a cambio la liberación, en el otro lado del mundo, del vietnamita Nguyen Van Troi, miembro del Vietcong, quien iba a ser fusilado en Vietnam del Sur por planear un atentado contra el secretario de Defensa estadounidense, Robert McNámara, en medio de la guerra de Vietnam.

El venezolano Argenis Martínez, conocido también como el Comandante Ruiz, fue una de las cuatro personas encargadas de dar la voz de alto y detener a Smolen, al salir de su casa en Colinas de Bello Monte.

LA HISTORIA

En el otro lado del mundo transcurría la guerra de Vietnam, con Estados Unidos apoyando a Vietnam del Sur en una abierta intromisión militar, y el bloque socialista apoyando a Vietnam del Norte, nación liderada por Ho Chi Minh, quien luchaba para que todo su país, hasta ese momento una colonia francesa, se convirtiera en una nación socialista independiente.

El joven Nguyen Van Troi, de 24 años y miembro del llamado Vietcong (Frente Nacional de Liberación de Vietnam, las guerrillas revolucionarias en contra de la intromisión estadounidense), había sido detenido por las fuerzas survietnamitas meses antes, el 9 de mayo de 1964, cuando colocaba explosivos en un puente en Công Lý, cerca de Saigón.

Por ese lugar pasaría el entonces secretario de Defensa de los Estados Unidos, Robert McNámara, en una visita al país.

El día 10 de agosto, después de 5 meses de torturas, intentos de fuga y violentos castigos corporales, Van Troi fue condenado a muerte. “Quise matar a NcNámara porque es enemigo de la patria. Acepto toda la responsabilidad de mi acción”, es lo que respondía en los interrogatorios.

Justo cuando iba a cumplirse la sentencia, el mundo entero conoció, a través de un cable de prensa de Associated Press, de la acción de estos venezolanos miembros de la FALN, que exigían la liberación de Van Troi, y amenazaban con ajusticiar a Smolen si el joven vietnamita era fusilado.

La amenaza de los venezolanos causó que el Departamento de Estado ordenara a los survietnamitas aplazar por unos días la ejecución de Van Troi.

Sin embargo, el Gobierno venezolano fue presionado por Estados Unidos, por lo que Gonzalo Barrios, ministro de Relaciones Interiores del gobierno del presidente Raúl Leoni, de Acción Democrática, ordenó una fortísima represión.

“Se totalizaron más de 15 mil arrestos; 300 permanecían detenidos para averiguaciones“, relató Roso Grimau, miembro del Partido Comunista de Venezuela, en su blog. No menos de veinte militantes de la Juventud Comunista fueron detenidos y torturados en el Cuartel San Carlos y los sótanos de la Digepol (policía política).

“Hubo allanamientos, movilización de contingentes de tropas a las montañas de El Bachiller y hacia El Tocuyo. Se ofrecían recompensas de cien mil bolívares a quien diera información del paradero de Smolen. Hasta se pensó en una toma militar y cierre de la Universidad Central de Venezuela (UCV)”, recordó.

Finalmente, las FALN deciden liberar a Smolen, hecho concretado a altas horas de la noche del 12 de octubre de 1964.

Estados Unidos, al conocer la liberación, ordena a Vietnam del Sur continuar con el fusilamiento de Van Troi. Tres días después, el 15 de octubre a las 9:45 am, ante la presencia de periodistas y camarógrafos internacionales, el joven vietnamita es fusilado. “¡Viva Vietnam! ¡Larga vida a Ho Chi Minh!”, fueron sus últimas palabras ante el pelotón de fusilamiento survietnamita, amarrado a un poste. Luego, el oficial survietnamita al mando le dio un tiro de gracia en la nuca con su pistola de reglamento.

La lucha del pueblo vietnamita vio sus frutos más de 10 años después, cuando el 30 de abril de 1975 la ciudad de Saigón (hoy Ho Chi Minh), el último bastión de los survietnamitas, fue recuperada por las tropas de Vietnam del Norte. Un año después, la nación se había reunificado bajo el control de las fuerzas revolucionarias, convirtiéndose así en la más amarga derrota militar y política que sufrió el imperio estadounidense en el siglo XX.

Hoy, Nguyen Van Troi es considerado un importante héroe en Vietnam. La acción de los venezolanos es muy recordada en la nación socialista y estudiada por sus niños y niñas como parte de su historia y ejemplo de la solidaridad de los pueblos del mundo ante una lucha asimétrica y desigual como la que ellos vivieron.

ESPECIAL ALBA CIUDAD

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