Luego de los anuncios económicos del Gobierno Bolivariano el pasado 17 de febrero, ocho episodios que han sido presentados como supuestas «reacciones populares al paquetazo rojo» han tomado la escena nacional. Lo estrictamente político por más que se borronee está siempre presente.
En otra maniobra de intoxicación, que aporta material para el expediente venezolano de la «crisis humanitaria», y que responde a la acción del Gobierno Bolivariano de los últimos días por recomponerse y estabilizar el frente interno ante la ofensiva por salir del chavismo, es que se entienden las siguientes coordenadas:
- El puntapié inicial fue dado el jueves 18 de febrero en Ciudad Piar, estado Bolívar, donde fue saqueado un centro de acopio de Mercal. El Correo del Caroní presentó el hecho como «El día que Ciudad Piar se rebeló contra la política alimentaria de Maduro y saqueó un Mercal«. Siameses de éste como El Pitazo, Runrunes, El Estímulo, La Patilla, El Nacional y NTN24 se hicieron eco del episodio con la misma intensidad, mientras que por el hecho fue detenida la concejala de Primero Justicia en Ciudad Piar, Lourdes Carreño, acusada de organizar el saqueo.
- El mismo jueves 18, la web Sumarium sacó unos videos registrados vía Twitter por Sairam Rivas, dirigente estudiantil y protagonista de las guarimbas en 2014. Bajo el título «Larga cola en Abasto Bicentenario terminó en trifulca», el «reporte» de Rivas desde el Abasto Bicentenario de Plaza Venezuela en Caracas mostró la supuesta «trifulca» que empezó con la población presente intentando derribar una reja para pasar directo hacia los establecimientos de la red pública de expendio. Uno de sus tuits hace alusión explícita a que los anuncios económicos presentados por el presidente Maduro son capaces de forjar sacudones sociales:
- El recuerdo guarimbero de los dos años de detención de Leopoldo López trajo consigo los dos acontecimientos mencionados bajo la etiqueta #18F, que se posicionó en los Trending Topic.
- Por supuesto, toda la mediocracia repitió la noticia como un solo ente bajo el principio de vulgarización del propagandista nazi Goebbels, con la adición de Efecto Cocuyo y el montaje de una crónica en la que hizo especial referencia a frecuentes hechos de «represión de policías nacionales bolivarianos y guardias nacionales» a las personas en la cola de este Bicentenario, además de la presencia de colectivos armados que se aprovecharon de la situación para «colearse». La crónica cierra con el testimonio de una persona presente en la «trifulca», donde se afirma que «el presidente aumentó el salario pero es insuficiente porque ahora con la gasolina más cara, todo va a subir». Pese a los deseos de las infomercenarias de esta web, ninguno de los reportes sobre el hecho demostró una situación cercana al estallido social, como hace bastante tiempo vienen anunciando.
- Estos dos episodios trazaron la línea perceptiva para el fin de semana y el inicio de la siguiente con el evidente refuerzo de un supuesto nuevo intento de saqueo el sábado 20 de febrero en el Abasto Bicentenario de Terrazas del Ávila. Si bien la Caraota Digital tituló una nota con «¡Hambre! Intentaron saquear Bicentenario de Terrazas del Ávila», ni el video citado en su nota lo demuestra, ni tampoco hay reportes que contrasten o complenten información sobre que el hecho haya sucedido, algo muy extraño dada la costumbre de cartelizar la línea «informativa».
- Dos días después, el lunes 22 de febrero, El Pitazo anunció en el título de una nota el saqueo de un Farmahorro en Los Teques, estado Miranda, y medios impresos como El Nacional y 2001 reportaron «situación irregular» e «intento de saqueo» en este establecimiento y otros comercios aledaños a Los Teques. La mayoría de las fuentes concuerdan en que no hubo ni siquiera conato de saqueo.
Todo remite a una orientación calculada de los objetivos de intoxicación mediática y en mitificar situaciones
- El mismo día del acontecimiento anterior se reportaron protestas en Petare por la existencia de mafias que se lucran con el negocio de las cisternas de agua en el municipio Sucre. La queja pasó a formato guarimbero en las zonas barriales de La Alcabala y 5 de Julio. Y NTN24 se encargó de banalizar y aplanar la noticia con la supuesta represión de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB). A esto se adhiere que hubo otro intento de saqueo en el Makro de La Urbina, según tuiteros que viven en la zona, aunque El Pitazo desinformara con la afirmación de que efectivamente hubo un desmantelamiento del establecimiento privado por parte de manifestantes.
- En sincronía, El Nacional reportó el mismo día la realización de una protesta por falta de agua en Las Tunitas, Catia la Mar, estado Vargas. El centro de la noticia, basado en lo comunicado por usuarios de la red social Twitter, consistió en que la protesta fue reprimida con perdigonazos por la Policía Nacional Bolivariana (PNB), y un día después (martes 23 de febrero) Efecto Cocuyo publicó una crónica en la que primero se cita a presentes que sostienen que la GNB «nunca los trató mal», y que la aparición de la PNB terminó con el disparo de perdigonazos al aire cuando se arrojó un objetivo incendiario contra una moto. «Nunca los vi disparando contra las personas, sí hubo un vecino al que le golpearon la cara y a otra también la golpearon, pero no sé si dispararon contra de la gente, yo arranqué a correr», expresó uno de los citados. Nuevamente, las interpretaciones antecedieron a la veracidad de lo ocurrido.
- El secretario general de la MUD Chúo Torrealba lanzó en el mediodía del martes 23 de febrero un tuit con alusión al secuestro de un camión de Pdval en la población de Osma, estado Vargas, el día sábado 20 de febrero. El tema del saqueo toma filo a medida que el expediente «crisis humanitaria» va tomando rango en el seno de la Asamblea Nacional y en los medios internacionales vanguardia en la campaña contra Venezuela
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