El candidato de la ultraderecha de Brasil, Jair Bolsonaro, utiliza la religión cristiana-evangélica como mecanismo de poder para manipular y promover el discurso de odio en la población, así lo indicó el analista político colombiano, especializado en violencia urbana y participación ciudadana, Nicholas Benedetti.

“Utilizan la religión como mecanismo de poder y por ese medio logran que las personas vuelvan a ese redil histórico donde la fuerza la tienen los blancos, los militares y los hombres. En este proceso entran los pastores con sus discurso de poder y la sociedad”, aseguró el analista político.

“Todos los evangélicos, los que profesan la religión cristiana, ya sea desde catolicismo y demás vertientes, están atadas a los valores del nuevo fascismo que está naciendo en Latinoamérica, además tienen una estrecha relación entre el avance de las nuevas iglesias y pensamientos muy atados a la religión cristiana-evangélica, con nuevos lideres que están profesando discursos de odios muy marcados en contra de las minorías”, afirmó durante  una entrevista en el programa Mientras Tanto y por si Acaso transmitido por La Radio del Sur.

En ese sentido, aclaró que no todos los cristianos son fascistas, “pero los que llamamos fascistas en Latinoamérica son cristianos”.

Benedetti explicó que en América Latina han aparecidos nuevas expresiones de religiones donde tienen muchos adeptos en la región como en Colombia, Brasil, México, Venezuela y en otros países.

“Alrededor del acenso de las nuevas iglesias, estas se han movilizados alrededor de distintos proyectos políticos y lo han hecho bajo arreglos políticos clientelistas y no necesariamente de valores”, sostuvo.

Señaló que el ambiente que está viviendo Brasil, es la anexión de las nuevas iglesias cristianas y Bolsonaro sale al escenario político debido a los arreglos de partidos y no sobre la base de valores de la religión.

Benedetti sostuvo que desde la religión movilizan a sus feligreses como votantes para las elecciones presidenciales y en ese marco las iglesias de política trabajan con una agenda de corte individual y no de valores.

“Lo que preocupa es la movilización de feligreses como votantes ante los proyectos políticos, existe una conexión de valores excluyen, de expresiones de odio y de violencia contra las minorías en Brasil”, aseveró.

Asimismo, manifestó que alrededor de los movimientos cristianos se están generando discursos machistas, además de excluir al movimiento LGTBI (Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transgéneros e Intersexuales) y peor aún el racismo contra los grupos originarios de comunidades indígenas y negras.

“Es muy preocupante lo que está ocurriendo en el país, porque te marca el camino para un escenario de violencia exacerbada por parte del Estado contra la minoría, lo que seria un nuevo fascismo en Latinoamérica que puede dejar muchísimas víctimas”, precisó el analista político.

Bolsonaro ha conseguido votos con su discurso radical tras recibir votos de los evangélicos y religiosos más radicales del país suramericano.

Además, las iglesias evangelistas jugaron un papel clave en la campaña electoral del candidato ultraderechista.